Hoy cuando he terminado de comer he sentido que seguía teniendo hambre de algo más, pero no sabía de que. En realidad más que hambre me apetecía algo que no podía describir pero que mi paladar me pedía a gritos, así que Mazius Ma ha rebuscado por mi mesa y ha encontrado una bolsa de chucherías. Coño! era esto lo que buscaba! En la bolsa había un poco de todo, pero lo que más me atraía eran dos sobres de Peta Zetas. Me acuerdo que cuando era pequeño mi presupuesto para chucherías no superaba las 100 pesetas que me daba mi abuela cada fin de semana, y tenía que elegir entre cantidad o calidad, es decir, entre muchos regalices de duro con chicles de peseta o bien unos pocos regalices de los grandes, un par de Peta Zetas o sobres gigantes de sabores que no conocía pero que tenían un montón de colores y dibujos por todos los lados. Siempre elegía la cantidad antes de que la calidad, un poco como sigo haciendo ahora, pero los tiempos han cambiado y me siguen gustando las mismas cosas que antes, lo cual es una suerte, porque ahora que trabajo puedo destinar dinero casi sin límite a comprar chucherías, y digo sin límite porque comprar todas las que me apetecen no suele sumar más de 5 euros. Así que hoy cuando he visto dos sobres de Peta Zetas en una bolsa de chucherías, que además estaba perdida por mi mesa, me he sentido asquerosamente rico, como el que tiene cuatro ferraris aparcados en la puerta y le apetece salir ese día andando. Es más, ahora iré al Caprabo y compraré huesitos, pero no uno ni dos como tenía que hacer antes, no, ¡un paquete de 10 o 20!. Y además voy a ir andando.
"Dark Peta Z" - Fotografía artística obra del Garzía
22-04-2008